Esta historia circula principalmente por los correos electrónicos.
Se asegura que en países como China o Taiwan se pueden comprar fetos en los supermercados. Los precios de estos fetos pueden variar, desde 50 hasta 70 dólares.
Las imágenes son estremecedoras. Se observan los fetos en frascos de conservas. Y también a un oriental comiéndose un feto.
Para develar el secreto, tendremos que dividir el mito en dos partes.
La primera, aquellas fotos de los supermercados ofreciendo fetos, son falsas. En China y Taiwan no se venden fetos para comer. En realidad, en estos países no comen fetos. Bien conocidos por sus extraños hábitos alimenticios, estos países fueron tomados por algún gracioso para inventar una historia sensacional y repugnante.
Y la segunda parte, las fotos del hombre comiéndose el feto, son reales. A pesar de que muchos medios intentan cerrar el capítulo diciendo que las imágenes son falsas, no lo son. Se trata del “artista” chino Zhu Yu.
Las fotografías de la exhibición de Zhu Yu en Shanghái han recorrido las entrañas de Internet durante los últimos dos años y en ellas se le puede ver devorando, parte a parte, un feto de seis meses procedente de un aborto. “Sé que hay gente que no cree que el bebé sea real, pero lo es. Me lo llevé de un colegio médico” dice el grotesco artista.
En China se conoce como “arte extremo”, la última forma de expresión radical. Nacido a manera de protesta ante la censura comunista. El lema de esta generación de artistas: “No hay límites”.
Zhu Yu asegura que la ingestión de la carne de feto le supo mal, le provocó náuseas e incluso le hizo vomitar varias veces durante la función sensacionalista, pero que siguió hasta el final para demostrar “el significado de la vida y la muerte”.
Artistas tradicionales chinos ha alzado su voz contra lo que consideran «una vergüenza nacional» que no se puede llamar arte.
¿Que han conseguido Zhu Yu y sus colegas de su tendencia artística “No hay límites”?
El Gobierno chino, indignado, por la imagen que algunos de sus artistas dan del país, ha prohibido los trabajos artísticos sangrientos, eróticos o violentos. El Ministerio de Cultura ha amenazado con penas de 3 años de cárcel a los transgresores, una condena que se podría ampliar a 10 años en el caso de quienes utilicen animales o humanos, muertos o vivos.
¿En China y Taiwán se comen fetos?
No, excepto por un desequilibrado.
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